Al conversar con cristianos sobre
religión uno puede quedar confundido; porque la gran mayoría se adhieren a
creencias que no encajan muy bien con la línea oficial de la iglesia.
Ni el mismo Pablo de Tarso, el
Apóstol, pudo escribir mucho sobre Jesús: Jesús nació, vivió una vida común y
corriente por un tiempo, después se dedicó a predicar y hacer milagros, lo
crucificaron y después resucitó y subió al cielo. Pablo (San Pablo para los
Católicos) era un líder al cual acudían los cristianos de su época para que
explicara los detalles.
Pero en 2 Corintios 5:16-18 Pablo
escribió:
“De manera que nosotros de aquí en adelante
a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne,
ya no lo conocemos así.”
Como Pablo no conoció a Jesús
durante su vida humana, no pudo escribir mucho sobre Jesús el hombre. Solo pudo
describirlo como un ser divino al que conoció cuando iba en camino a Damasco. Y
como Pablo es la fuerza intelectual en el Nuevo Testamento, casi de inmediato después
de la ascensión el Cristianismo se dividió porque los cristianos no podían acomodar
la multitud de opiniones que surgieron
sobre la naturaleza de Jesús en una creencia común.
En aquellos tiempos los
cristianos podían opinar que Jesús era:
- Un hombre común y corriente que había pasado a ser Dios después de morir y resucitar.
- Un hombre nacido común y corriente, que pasó a ser Dios durante su vida humana.
- Un ser divino desde su concepción.
- Un ser divino que siempre existió (esta es la creencia oficial de los cristianos hoy día).
Estas opiniones tan diversas eran
apoyadas por la misma Biblia, la cual se presta a una interpretación
confusa. Por ejemplo, en Hechos de los Apóstoles 2, Pedro dice:
“Israelitas, escuchen mis palabras: Dios
acreditó entre ustedes a Jesús de Nazaret. Hizo que realizara entre ustedes
milagros, prodigios y señales que ya conocen. Ustedes, sin embargo, lo
entregaron a los paganos para ser crucificado y morir en la cruz, y con esto se
cumplió el plan que Dios tenía dispuesto. Pero Dios lo libró de los dolores
de la muerte y lo resucitó, pues no era posible que quedase bajo el poder
de la muerte.”
Este tipo de comentario se puede
ver en otros libros en la Biblia. Son los que llevaron (y llevan hoy día) a la
creencia número 1 (Jesús pasó a ser Dios después de morir y resucitar). La
lógica que utilizan es bastante sencilla. Si Pedro el Apóstol dijo que Dios
libró a Jesús de la muerte entonces Jesús no era divino ni cuando vivo ni cuando muerto después de la Crucifixión.
No quiero meterme en lios, pero
cuando uno lee la Biblia con cuidado, la existencia de Jesús como parte de la
Santísima Trinidad llamada el Hijo (las otras son el Padre y el Espíritu Santo)
se basa en el Evangelio de Juan, y específicamente
en la parte que dice:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo
era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.”
Esto se interpreta oficialmente
para apoyar la creencia #4 (Jesús era un ser divino que siempre existió). El que quiera ser un buen cristiano tiene que meterse el #4 en la cabeza y no puede tener dudas, pues si lo hace corre el riesgo de pasar a ser hereje, lo cual acarrea serias consecuencias.
Uno puede buscar en
la Biblia citas de los Apóstoles y de otros escritores para respaldar lo que
cree. También puede ignorar lo que citan los cristianos que creen en algo
diferente, los cuales también utilizan la Biblia para respaldar su opinión.
Por casi 2000 años los cristianos se han matado entre si a montones para decidir cual es la mejor interpretación.
Este método pudo resolver algunos casos, por ejemplo hoy día los creyentes en el Arrianismo (que creían en el #1 o el #2) no están organizados, y muchos de ellos ni tan siquiera saben con son herejes.
Yo no soy experto en la materia, pero soy bastante indagador, y he leído la
Biblia (bueno, las partes interesantes), y creo que la naturaleza de Jesús va a
continuar siendo un tema de debate por mucho tiempo.