La política de Obama es contraproducente, le da aire a gente mala como el protodictador comunista Nicolás Maduro. No hace nada para ayudar al pueblo cubano, al contrario, le da prestigio a un régimen bestial que lo ha esclavizado por más de medio siglo.
Obama le sonríe al dictador cubano Raúl Castro
Esto es muy típico de la política exterior de Obama, que ha sembrado un caos fenomenal en el Medio Oriente y el Norte de África, más ha impulsado un conflicto irracional con Rusia al apadrinar el régimen corrupto del mafioso ukraniano Poroshenko. Muchos historiadores dirán que la presidencia de Obama meramente continuó el desastre histórico de Bush, y significa el principio del fin de la republica.
Desgraciadamente, otras figuras también han llegado a un acomodo con la dictadura cubana, estas incluyen el Presidente Hollande, muchos políticos de izquierda latinoamericanos que han sido comprados o chantajeados, y el nuevo papa (en minisculas a propósito). En este mundo los malos duermen bien, la libertad se logra sin ayuda, se hace con voluntad, constancia, fervor...como sea.
El papa rojo le hace la tapadera a la dictadura cubana,
que esconde la debilidad mental de un senil Fidel Castro