Yo he notado
mirando las estadísticas que muchos de mis lectores son escuálidos e imperialistas de la extrema derecha que viven en EEUU. Así que espero que no me
abandonen porque les voy a lanzar un comentario sobre la oposición del partido
republicano de EEUU al Senador Republicano Chuck Hagel, el que ahora es
el Secretario de Defensa de los Estados Unidos.
A mis lectores de otros países, tengan paciencia
y léanse esto, porque creo que les va a parecer interesante, especialmente a
los ingleses, españoles y otros europeos cuyos políticos tienden a meterse en líos
junto con los gringos en cuanto a guerra concierne. Creo que también les va a
interesar a los que hayan llegado o están llegando a EEUU después de huir de
nosedonde, porque muchos llegamos a los Estados Unidos, nos hacemos ciudadanos y apoyamos al político que habla más porquería en vez de
apoyar al que a nos conviene a largo plazo.
El 25 de Febrero
de 2013 el senado de los Estados Unidos aprobó al Senador Chuck Hagel para ser
Secretario de Defensa del país. El pobre Hagel pasó un mal rato porque los
republicanos insistían que no les gustaba, porque no era suficientemente fiel a
Israel y debilucho cuando hablaba mal de Irán.
Chuck Hagel es
un senador republicano, y de los buenos. Parece ser que las cúpulas reinantes
en ese partido están tan interesadas en señalar que son fieles a Israel y hostiles a Irán, que no querían
que un senador republicano llegara a ser Secretario de Defensa. Como dicen los
argentinos, que boludez.
Después que los
ayatolas le dieron el visto bueno a su gente para que invadieran la embajada de
Estados Unidos en 1979, y que tomaran a los yankees rehenes por varios meses, hablar bien de Irán en
Estados Unidos es suicida. Pero me sorprende que un partido político tome una posición
abierta en contra de uno de sus miembros más distinguidos porque piensan que no
es suficientemente fiel a otro país (o sea Israel), y que no es suficientemente
bocón en contra de otro (Irán).
Lo que hacen no tiene sentido. El apoyo fanático a Israel
lo entiendo un poco, porque
en Estados
Unidos, la gran mayoría de los políticos no representa a la gente que vota por ellos, representan
a aquellos que hacen que la gente vote por ellos. Entonces los políticos representan los
intereses de los que pagan por la
propaganda electoral y los que tienen control de la cobertura mediática. Y en Estados Unidos hay mucha gente que apoya a
Israel, y muchos de ellos con dinero y control
sobre los medios de prensa. Así que lo de Israel lo entiendo.
Pero lo que me
parece extremadamente ridículo es la insistencia de los republicanos que el candidato para secretario de defensa
tiene que ser una persona que haya hablado muy mal de Irán. A mí me importa un bledo si un candidato
habla mal de Irán. A mí lo que me importa es qué ha hecho y qué
puede hacer en el puesto. Y Chuck Hagel parece ser un candidato ideal.
Qué diablos
importa si se la pasaba hablando mal de Irán o no? Irán es un país debilucho
que no pudo ganarle la guerra a Iraq en
los 1980, y hoy día no está mejor. Esos ayatolas no tienen futuro si siguen
como van. Y no tienen una bomba atómica para
amenazar a los Estados Unidos – el que se crea eso vive en la quinta dimensión.
Entonces por qué
la histeria de los republicanos? En Estados Unidos los que aprueban una guerra
son el Presidente y el Congreso. Entonces
lo que importa es si el presidente y el congreso quieren hacer algo, y no si un
Secretario de Defensa quiere. Si el secretario
no quiere, estoy seguro que lo botan del
puesto y se lo dan a Conan para que bombardee hasta que salten los escombros.
Lo veo claro. Es
evidente que lo de Irán está amarrado a lo de Israel por la cadera. La resistencia de los republicanos a votar por
Hagel es el resultado de la presión por parte de personas que quieren
demostrar su apoyo a Israel. Pero los republicanos no entienden que esta
resistencia inútil a que Hagel tomase el puesto puede ser haya marcado el fin
del militarismo extremo en los Estados Unidos.
Chuck Hagel es
veterano de guerra, y no se ve que esté muy interesado en tocar bombo y
platillos para que los Estados Unidos se meta en una guerra contra Irán. Y
ahora que ha encontrado la oposición de los militaristas y la ha vencido, este
secretario de defensa tiene la oportunidad para capar a esos descarados, la mayoría
de los cuales nunca han estado en una guerra ni piensa enviar a sus hijos a
pelear.