Ayer preparé mis proyecciones de las ganancias del
restaurant que voy a abrir en Alicante. El restaurant se especializará en comida rusa
y mejicana, algo que no se ve mucho por aquí.
Por lo tanto no tendré competencia y el lugar se va a llenar. Si me va bien voy a ser
rico.
Tengo un cronograma para todo esto. Primero hay que tener todos los permisos requeridos por el ayuntamiento, la provincia, la comunidad, etc. También tengo que crear la empresa, registrarla, y buscar empleados. Pienso utilizar españoles pero voy a necesitar tres cocineros y seis ayudantes entrenados en la cocina rusa y mejicana al mismo tiempo. Creo que los puedo enviar a esos países para que aprendan a cocinar mis platos favoritos.
Tengo un cronograma para todo esto. Primero hay que tener todos los permisos requeridos por el ayuntamiento, la provincia, la comunidad, etc. También tengo que crear la empresa, registrarla, y buscar empleados. Pienso utilizar españoles pero voy a necesitar tres cocineros y seis ayudantes entrenados en la cocina rusa y mejicana al mismo tiempo. Creo que los puedo enviar a esos países para que aprendan a cocinar mis platos favoritos.
Cuando esté todo listo voy a preparar una campaña de
propaganda genial, con muchos anuncios. Voy a llamarlo “Borcht y Tacos”. Ese
nombre lo van a ver en las camisetas de los equipos de fútbol por todos lados,
y solamente voy a utilizar equipos como los que alquila Vuelen Emiratos, que son
muy fuertes.
Para la apertura voy a invitar a Mariano Rajoy, a Lady
Gaga, al coreano Psy, y a Iker Casillas.
Durante la jornada cantaremos canciones tradicionales rusas y mejicanas. Y voy
a montar una exhibición de fuegos artificiales de película. Ablando de película
voy a filmarlo todo, para que lo muestren por la televisión, algo como “La
Historia de Borcht y Tacos”.
Con esa apertura genial, la propaganda, y los
cocineros el restaurant va a ser un éxito rotundo, y me voy a hacer rico y me
voy a construir una casa en Cabo Huertas.
Entonces viene la parte que me preocupa, porque en
este mundo si uno comienza un negocio y tiene suerte, muchos se quejan. Resulta ser que eventualmente llega un gobierno
que le quita todo a uno o con impuestos o con nacionalizaciones.
No es que sea tacaño, pero si la idea es mía (y deben
confesar que hacer esto no se le ocurriría a nadie), y si la cosa funciona daría
mucha lástima ver el lugar cerrar por tener un exceso de impuestos y/o reglamentos
o aún peor, nacionalizado para convertirlo en un comedor del estado que sirva
arroz con huevos.
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