sábado, 31 de enero de 2015

Somos un pueblo alegre

Este comentario se lo copie a un señor "Criticón" que lo escribió en El País. El pedacito en paréntesis es mío:
Mateo repite cual cotorra la mentira infame de que Cuba era un "putero periférico " de los EEUU  en los 50. Me niego a decir lo que ES ahora , sumida en la miseria absoluta por cabrones miserables a los que burguesitos españoles de afuera llaman "románticos " . 

{y ni hablar del cambio soñado por Obama y sus secuaces del departamento de estado yanqui para hacer de Cuba el paraíso esclavo del juego y la prostitución con playas, algo que piensan va a caer muy bien en la ONU,  porque después de todo es mejor rendirse y dejar que un tirano de hojalata te de por el culo y se ría mientras tú le sacas brillo a tu medalla del premio Nobel de La Paz}. 

Eso sí , somos un "pueblo alegre" , por ejemplo  subiendo el agua a cubos a los edificios, incluso en centro Habana, sin agua corriente . Somos un "pueblo alegre", viviendo entre ruinas .Somos un "pueblo alegre", con enfermedades tropicales como el cólera , chicungunya , dengue , etc antes erradicadas .

 Somos un "pueblo alegre", con profesionales haciendo de taxistas para turistas de la revolución, porque hay que "resolver ". Somos un "pueblo alegre",cuando disfrutamos de la " apertura " raulista , que nos deja trabajar como " rellenadores de fosforeras " o forradores de botones " .  
Somos un "pueblo alegre",cuando nos quedamos sin médicos porque los llevan como nuevos esclavos a jugarse la vida en sitios peligrosos y en régimen cerrado.

Somos un "pueblo alegre", cuando vamos a ver qué comida "llegó".  Y somos un "pueblo alegre",cuando nos tiramos a un mar de tiburones a ver si llegamos.
Esto lo escribo para los inocentes en Venezuela que no saben lo que se les viene arriba, lo que pasa en Cuba es su futuro. No se crean que tener mucho petroleo pesado a 1000 metros  de profundidad vale tanto si el país y PdVSA están en manos de ladrones, comunistas, y retrasados mentales. Si no se fajan y bien duro, los van a recontrajoder, y nadie vendrá a ayudar.