miércoles, 3 de abril de 2013

Las elecciones presidenciales de Venezuela 2013

Las elecciones presidenciales de Venezuela ocurrieron el 14 de abril de 2013. El pueblo tenía que elegir entre dos candidatos principales.  Uno era Henrique Capriles, gobernador del estado Miranda seleccionado por concenso de los partidos políticos que se oponían al régimen reinante. El otro era Nicolás Maduro, que había sido seleccionado por el difunto presidente Hugo Chávez.


El difunto había sido reconocido por la izquierda internacional como un hombre que había ayudado muchísimo a los pobres. Les gustaba mucho porque donaba dinero, o regalaba el petróleo mismo, a países gobernados por izquierdistas como Raúl Castro en Cuba y Daniel Ortega en Nicaragua. También porque contaba en su nomina escritores, profesores, y pensadores de institutos. Ellos tenían (y todavía tienen) la costumbre de escribir profusamente a favor de Chávez  y del chavismo. Daban la impresión de tener el encargo de escribir elogios de Maduro y sus grandes cualidades para heredar el manto del líder.
El pobre Maduro había hecho su carrera gracias a su esposa Cilia Flores, abogada de profesión. Cilia ayudó al difunto comandante presidente a salir de la cárcel, donde estaba por atentar un golpe de estado que había dejado muchos muertos. Gracias a los dioses del panteón comunista, Chávez no fue fusilado. Es que los golpes de estado militares son costumbre en Latinoamérica. En esos países no fusilan a los golpistas. Normalmente los meten presos y después les dan amnistía.
La campaña presidencial fue algo digno de un país africano, de esos que necesitan ayuda de las Naciones Unidas para tener algo que parezca una elección. Verán, lo que pasaba en Venezuela, como en muchos países, es que el gobierno utilizaba su control de los medios, el miedo, y muchos trucos para asegurar una ventaja enorme en las elecciones.
El gobierno venezolano estaba muy orgulloso de su sistema de votación electrónica. Y también nos decían que tenían “acompañantes extranjeros” que preparaban un informe confidencial para las autoridades electorales. Pero en cuanto a la vejación de la democracia no decían  mucho. Curiosamente, nadie decía mucho sobre este tema, aparte de los venezolanos mismos. Los políticos en el exterior se limitaban a frotarse las manos esperando a ver quien ganaría para después  ir a venderle cosas y buscar contratos para sus empresas.
Todo el mundo en el exterior entendia los abusos, pero nadie se quejaba porque por lo menos no asesinaban a los opositores. Eso quería  decir que ni tan siquiera tenían que hacer trampas con las maquinas de votar, o hacer que los muertos votasen. O como probablemente hicieron en las elecciones presidenciales previas, hacer que los ausentes votaran en masa a favor del chavista (que en aquel momento era un Chávez muriéndose de cáncer).
La historia nos dice que a pesar de todas las trabas que ponía el gobierno, la mayoría del pueblo decidió ir a votar. Pero existen dos versiones de la historia de lo que ocurrió ese día y en los días siguientes:
Una dice que Maduro ganó por poco. La otra versión dice que la cantidad de gente que votó por Capriles fue más, y que los cubanos que dirigían el procedimiento se asustaron y le dijeron a Maduro que  hiciera trampas.  

De acuerdo con lo que dicen por ahí, después de "ganar",  Maduro se metió a dictador y abusó mucho al pueblo.
En el próximo capítulo veremos la historia de Latinoamérica durante el resto del siglo XXI.

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