viernes, 15 de marzo de 2013

Francisco decidirá sobre el bautizo de un robot

El desarrollo de la inteligencia artificial va a pasos gigantes, y puede ser que en el futuro cercano construyan algo que piense por sí solo. Entonces las autoridades religiosas  deberán  decidir si eso, o sea un robot, tendrá los requisitos para ser bautizado. Espero que lo hagan para que el robot piense como nosotros y no se convierta en nuestro enemigo porque pudo desarrollar sus propias reglas.
 
Para los que no colgaron y todavía están leyendo, yo se que la idea es un poco loca. Y no es una idea original. Hace muchos años leí una novela sobre un robot que llegaba a ser cura de la iglesia católica, y viajaba por el mundo buscando pruebas para santificar a un beato….
Yo escribo para chistear y también para hacerlos pensar.  Pero hoy no me sale un chiste para nada. Así que les voy a hablar en serio. El tema que me preocupa es que veo que nosotros los humanos somos programados toda la vida  y la mayor parte del tiempo funcionamos como si fuésemos robots.
Todos nosotros, sin excluir a nadie, tenemos un problema muy serio. No podemos entender que es la realidad y que es falso, no entendemos que está bien ni que está mal. Y por lo tanto muchas veces aceptamos que le hagan a otra gente burradas y abusos que ni se lo imaginan. Y muchas veces aceptamos que nos lo hagan y ni pestañeamos.
 Por ejemplo, el mes pasado escribí algo llamado “Los Desahucios me Molestan Intensamente” y casi nadie lo leyó. Yo pienso que los contratos hipotecarios en España son criminales, y lo seguiré pensando hasta que cambien la ley.  Pero cuando lo escribí no paso nada. Entonces vi ayer que un tribunal de la Unión Europea decidió que estaba de acuerdo conmigo. El gobierno español va a tener que regular el modelo para esos contratos, de tal manera  que no hagan a la gente suicidarse.
¿Entonces qué pasa? Se los repito, no reaccionamos cuando se hace algo mal porque estamos acostumbrados a verlo y a dejarlo pasar.
Somos así desde que estábamos en las cuevas, pero la situación se está poniendo peor porque hoy día la vida es mucho más compleja. Tenemos que entender las letritas diminutas en un contrato escrito por un timador, y saber si nos van a llevar a la ruina en el futuro. También debemos decidir si vale la pena armar un estruendo porque están abusando a la gente en Mali, Tíbet,  Rusia  o Venezuela.  O si debemos donar para alimentar a los pobres somalíes que se mueren de hambre al mismo tiempo que piratean en el océano indico. ¿O realmente es así? Que levante la mano el que sabe. Estos problemas no lo tenían los cavernícolas  hace 20 mil años.
 
Por el lado contrario, la tecnología para desarrollar la inteligencia artificial avanza. Digamos que algún día, y creo que será pronto, desarrollan un robot que piense como nosotros.  Por supuesto va a estar programado. Y espero que alguien tenga el sentido común para hacer que sea respetuoso de la ley. ¿Pero la ley de quien? Después de todo nosotros los seres humanos tenemos reglas que permiten casi todo. ¿Quiere comerse a alguien? Múdese para Papúa Nueva Guinea y encontrara tribus en la selva  que comen carne humana, y eso es legal entre ellos.  
Para los británicos y australianos que escribieron las leyes de Papúa Nueva Guinea el canibalismo es algo horrible y no lo permiten – en ese país comer carne humana es ilegal aunque a los nativos les guste. Sin embargo esos mismos blanquitos no tuvieron dificultad en casi exterminar a los aborígenes que vivían en Australia.
Yo tengo la esperanza de que el primer país que construya ese robot inteligente le meta en la cabeza bien rápido reglas que sean sensatas. Y si es posible que lo hagan religioso, y que lo bauticen para que se sienta bien entre nosotros. Esa decisión la tendrá que tomar el Papa, por supuesto.
Pero quiero enfatizar que si no lo hacemos bien, puede ser que ese robot  desarrolle sus propias reglas, las cuales obedecerá con orgullo.  Y si eso pasa  vamos a tener un lio enorme.
 

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