El
tal cual me señaló que el tenia el poder para censurar lo que yo había escrito,
y que si no me callaba el me iba a callar, porque lo que yo escribo son cuentos y teorías
imaginarias.
Esto
me puso a pensar en la película Matrix y la naturaleza de la realidad. Y después
de pensarlo un poco he llegado a la conclusión de que la realidad es una
mentira.
Lo
digo porque no hay manera de que un ser humano pueda tener la menor idea de
cómo son las cosas de verdad. Todos creemos que sabemos, pero lo que debemos
saber es que no sabemos casi nada.
Yo
puedo agarrar una foto de una cabeza de gorila con dos tomates por ojos, y unos
alambres en la boca, y decirles que es Hugo Chávez pensando sobre la escasez de
comida. Y si se los repito todos los días, en unos meses se lo creen. Y el que
no se lo crea se lo traga porque no va a hacer el ridículo y decir que eso es
una máscara cuando cree que la mayoría si se lo cree.
Cuando
yo escribo que los cubanos están metidos en Venezuela tratando de tomar el país
lo hago en parte porque he visto cosas en mi vida, y leo y escucho sobre lo que
ocurre. Pero no tengo toda la información necesaria para garantizarles que lo
que pienso y escribo es la verdad. Sin embargo es mi verdad.
El
caso es que este señor ha reaccionado violentamente porque lo que he escrito
amenaza sus creencias. O puede ser que escribe porque le pagan por hacerlo. O porque tiene religión y cree que Chávez va
a ser el consorte de Maria Lionza.
Cuando
escribo lo que creo veo que a algunos les gusta, y a otros le cae mal. Fue muy
interesante ver como lo que escribí
sobre Chuck Hagel hace un tiempo cayó muy mal en los Estados Unidos, pero les
gustó bastante a los españoles y los
otros que residen aquí. Evidentemente la
realidad de los que me leen en Estados Unidos es muy diferente de la realidad
de los que están en España.
La realidad
de cada persona es diferente.
A
veces escribo un artículo que ridiculiza o comenta sobre algo que he visto en mi vida, o que veo que ocurre hoy día,
y lo dejo ahí porque si se los dejo ver en el blog no va a caer muy bien. Pero hoy decidí que les iba a revelar la
verdad, y confesar que el Hugo Chávez que muestro es solamente una máscara de
gorila, que a veces le pongo tomates por
ojos, o a veces el gorila soy yo.
Y así
son las cosas en esta vida. Todo lo que ven son mascaras con relleno, una realidad
falsa preparada para convencerlos de que
coman esto o lo otro, para que regalen y esperen regalos en Navidad en vez de darle a los pobres, para
que voten por este o aquel político, para que apoyen esta guerra o la otra, o
este abuso o el otro, porque es bueno
para la sociedad, o para sus bolsillos, o porque si no se lo creen los matan.
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